Estábamos en los albores del día 8 de junio de 2004 un día emocionante ya que después de la tira de años, sucedería un tránsito de Venus, y además observable desde España.
Después de muchos preparativos, y no menos gastos, cargue mi cámara con un rollo de AFGA RSX 200 y me propuse a fotografiar todo.
Me situé en mi improvisado observatorio en lo alto del edificio que por aquella época me servía de hogar. El tejado del edificio estaba en un equivalente de un undécimo piso. La augurios no eran los más favorables pero después de todo la información meteorológica indicaba que aclararía.
Amanecía en Almería cuando ya todo estaba dispuesto. En el cielo una ligera capa de nubes que me permitieron observar el comienzo del fenómeno sin necesidad de filtro alguno. Pero una «nube negra» se avecinaba sobre mi observación. Recién iniciado me di cuenta que mi cámara no obedecía, resulto ser que no aceptaba el telescopio como objetivo problema que más adelante averigüe que había que desconectar el AF. Y cuando pude improvisar algo esa nube lo tapo todo.
Mi cabreo fue mayúsculo, pero fue a peor cuando un minuto después de que el tránsito de Venus terminase, El Sol, el astro rey del firmamento apareció quedando libre de la nube que lo hacía prisionero.
En fin, que se le va ha hacer.
Equipo preparado.
La luna observa los preparativos.
El Sol saliendo por el Horizonte.
Eso es todo lo que pude ver.
